EL AURA
El aura humana es una emanación sutil y magnética producida por fuerzas etéreas. Todos los cuerpos, inclusive el físico, humano, poseen ese campo magnético que se irradia de cada individuo, como los rayos solares emanan del Sol.
El aura, a pesar de ser ignorada por la mayor parte de las personas en sus estados normales de conciencia, es percibida y claramente reconocida por individuos que se encuentran en condiciones adecuadas de sensibilidad, llamados sensitivos. El aura es la extensión sutil de la personalidad, que puede igualmente producir o recibir impresiones, y gracias a ella establecemos contactos muy diferentes de los contactos físicos. Sentimos atracción o repulsión instintiva, dependiendo del caso, aparentemente sin razón de ser; por otro lado, la atracción y la repulsión revelan una armonía o una desarmonía intrínseca entre las auras.
El aura varía de muchas maneras; en primer lugar, su área y extensión dependen del desarrollo del alma y de la mente. En individuos primitivos, estas fuerzas interiores son naturalmente rústicas y rudimentarias, mientras que se produce lo contrario entre personas altamente evolucionadas e inteligentes. La composición o textura del aura varía, igualmente, según los individuos (el violento y el refinado, el sensible y el insensible, el colérico y el tranquilo), que manifiestan auras diferentes, de acuerdo con su disposición y carácter. Otro elemento que actúa sobre la complejidad y diversidad del aura son las emociones, pasiones y sentimientos, que poseen
características propias de las irradiaciones áuricas. El aura es también una guía infalible del estado de salud del individuo. En las personas sanas, los rayos vitales se expanden en la atmósfera áurica dotada de un brillo intenso y cristalino, en los individuos enfermos los colores son apagados y sombríos,
mientras que en las enfermedades más graves se indican mediante manchas opacas
sobre las partes afectadas.En sentido vital, todo individuo crea su propia atmósfera magnética, que revela infaliblemente el
temperamento, la disposición y el estado de salud propio. Todo en la naturaleza produce su propia aura.
Las comprobaciones efectuadas muestran que todo lo que ocurre en el cuerpo físico, ocurre primero en el plano energético.
El aura muestra las causas de nuestras enfermedades y, en consecuencia, es bastante lógico intervenir preventivamente en
el cuerpo energético a través del Reiki o de otras técnicas de terapias vibratorias. Si la enfermedad se apodera del cuerpo físico, es conveniente
hacer dos intervenciones simultáneas: la intervención en el cuerpo físico, con la medicina convencional, y la intervención en el cuerpo energético, con
el Reiki, a fin de eliminar la causa. Es evidente, por tanto, que nuestro carácter verdadero queda proyectado en el aura; en ella está lo que somos,
intrínsecamente, y no lo que parecemos ser al ojo visible. De ninguna otra manera podemos explicar la atracción o repulsión que sentimos tan frecuentemente
cuando encontramos ciertas personas por primera vez. Es la acción invisible del aura lo que nos
persuade. Las investigaciones de científicos prueban, exclusivamente, que todos los cuerpos, animados o inanimados, emiten una radiación sutil; esa
emanación ha recibido varios nombres. Es el magnetismo de Mesmer, el fluido eléctrico de Jussieu, las llamas odílicas de Reichenbach, la sensibilidad
exteriorizada de Rochas, los rayos vitales del doctor Baraduc.Paracelso fue uno de los primeros estudiosos de Occidente
en divulgar la teoría del campo astral. El doctor Walter J. Kilner, en Londres, especialista en medicina
eléctrica, a través de un cristal denominado tela Kilner, observó también el hecho curioso de que una fuerte aura positiva reacciona, en presencia de una
delgada de tipo negativo, de la misma forma que una pila pierde su carga cuando se conecta a otras pilas descargadas. Por otra parte, el aura delgada o
depauperada, señal de vitalidad reducida, actúa como una esponja psíquica o vampiro sobre las que la rodean, absorbiendo sus energías.
La famosa cámara que fotografía el aura (la cámara Kirlian), así llamada en homenaje a su inventor
(Samion Davidovich), fue reconocida por la Academia de Ciencias Médicas de Moscú. Los rusos denominaron a esas emanaciones energéticas “bioplasma”.
Hoy día las técnicas fotográficas fueron modernizadas, y la fotografía del aura puede realizarse en las
principales ciudades del planeta. Lo que vemos es la representación del momento preciso en que fue hecha la foto, pues el
aura cambia constantemente de tamaño y de color, en relación estrecha con la salud física, emocional, mental y espiritual.
El resultado es simplemente la confirmación de algo que el ojo humano, excepto en algunos casos, no está
preparado para percibir. De ahí el que resulta importante no extraer conclusiones y diagnósticos a partir de una única fotografía. Casi todos los investigadores
están de acuerdo en que existen varios estratos de campo áurico. La cantidad de capas áuricas descubiertas y vistas por los científicos y videntes a lo largo de
los años, varía entre tres y más de siete. Últimamente parece bastante probable la existencia de siete capas áuricas.Cada uno de los estratos del aura es distinto.
Los campos impares tienen una estructura más definida, mientras que los pares se muestran menos estructurados, casi fluidos y en constante movimiento.
Todos los estratos áuricos invaden, a su vez, los estratos inferiores. El séptimo penetra hasta el cuerpo físico, el sexto invade los cinco inferiores y
también el físico, y así sucesivamente, hasta llegar al primer estrato, que es el más próximo al cuerpo físico.
Cada estrato del campo del aura se relaciona con los siete chakras y glándulas principales del sistema endocrino, estando las tres primeras capas
asociadas a la energía del mundo físico, metabolizándolas, el cuarto estrato es un transformador,
interconectando capas áuricas y campos energéticos, y las tres capas áuricas superiores metabolizan las energías relacionadas con el mundo espiritual.
A cada estrato del campo del aura le fue asignado un nombre, que varía según el investigador, y generalmente refleja su función. Obviamente, el largo de los
distintos estratos no es fijo y varía en el mismo individuo, en razón de su momento; es decir, si una persona se encuentra en un estado de profunda meditación,
el aura se presentará mucho más extensa, y los colores serán mucho más vivos y brillantes.
Los campos áuricos Cuerpo etérico (0,5 a 5 cm.). Interpenetra el cuerpo físico, y es, en realidad, parte
de él, llamado ectoplasma, vitaliza y sustenta el cuerpo físico hasta la muerte. Contiene energía de los tejidos, glándulas y órganos, se expande o retrae, de
acuerdo con el funcionamiento de ellos.Cuerpo emocional (2,5 a 7,5 cm.). Interpenetrando el cuerpo etérico encontramos
el cuerpo emocional, el vehículo de las emociones, deseos y pasiones; son especialmente las irradiaciones brillantes y mutables de ese cuerpo, constituido por
nubes de colores, en continuo movimiento y de apariencia oval, que los videntes describen cuando observan el aura.
Cuerpo mental (7,5 a 20 cm.). El vehículo del pensamiento, tiene una estructura más sutil y menos definida, y contiene nuestros procesos mentales,
nuestras ideas y, generalmente, aparece para los invidentes en la forma de una aureola dorada, y cuando está en desequilibrio es translúcido con emanaciones
doradas, como burbujas. Cuerpo astral (15 a 30 cm.). Compuesto por nubes multicolores, derivadas de las percepciones y emociones extrasensoriales.
Cuerpo etérico patrón (45 a 60 cm.). Campo de energía estructurada sobre el cual crece el cuerpo físico.
Cuerpo celestial (70 a 90 cm.). Es el nivel emocional del plano superior, a través del cual experimentamos
el éxtasis espiritual; es el plano de identificación con Dios, compuesto por puntos de luz.Cuerpo causal (75 a 100 cm.).
Contiene las impresiones de vidas pasadas. Es el nivel más fuerte y elástico del campo áurico, y contiene la corriente principal de fuerzas que se desplaza a lo largo
de la espina dorsal. En las tres últimas capas, en algunos individuos del tipo devoto, místico y generoso, el aura espiritual es muy pronunciada y bella; mientras que en i
ndividuos del tipo animal no hay prestigios de ella.
me encanto este post de el aura
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